Martha Lucia Baltodano's Obituary
Martha Lucia Baltodano nació un 20 de diciembre de 1937 en Managua, Nicaragua. Sus padres Olga y Juan y sus 4 hermanas y 2 hermanos eran muy unidos. De niña le gustaba jugar con los carritos de sus hermanos más que con las muñecas. Y le encantaba mecerse en su hamaca mientras se trenzaba su largo cabello.
Martha estudió la escuela secundaria en Managua. Y pronto después se hizo azafata de las aerolíneas nacionales de Nicaragua. Ella se sintió orgullosa de ser escogida para ese puesto. Ella sobrevivió la caída del avión en que ella trabajaba en los años sesenta. En este accidente se quebró ambos brazos y estuvo convaleciente por 6 meses. Este tiempo marca una fase importante en su vida ya que tuvo que depender de otros durante su larga convalecencia.
Durante esta época conoció al Doctor Gustavo Baltodano y se casan en 1965. Pronto nace su primer hijo, Gustavo y luego Richard. La familia pasa unos inolvidables veranos en el hotel “Summer” de la abuelita paterna en Masachapa. Esta es una etapa muy feliz para la familia ya que vivían muy unidos con sus hermanos y sus respectivas familias.
La guerra de Nicaragua de los años 70 cambia todo para el país y hace que Marta y Gustavo toman la difícil decisión de mandar a sus dos hijos a vivir en San Diego, CA con sus abuelos paternos. Martha y Gustavo se quedan en Managua por 4 años más hasta finalmente dejan su país. Se reencuentran con sus hijos ya adolescentes y luego se mudan a Miami.
En Miami, Martha se reúne con sus hermanos y comienza el largo proceso de adaptarse a un nuevo país. En agosto de 1992 sufre la pérdida de su esposo. Ella se refugia en su fe, familia y amistades.
En mayo del 2004, nace su única nieta quien llega a ser una causa de alegría para ella.
En los últimos anos, Martha encuentra su felicidad haciendo reuniones en su casa con sus hermanas y amigas, juegan Bingo y se divierten entre ellas. Marta fue muy conocida por su buena sazón y amor por compartir con sus amistades y hermanos. A ella le encantaba preparar diferentes platos Nicaragüenses y Mexicanos para deleitar a sus amistades. ¡Quien no se acuerda del baho y los nacatamales de Marta!
Martha será recordada como una madre ejemplar, abuelita tierna, hermana leal y excelente amiga.
Martha, te extrañamos mucho, pero confiamos en la promesa de Dios que algún día nos reuniremos de nuevo!
What’s your fondest memory of Martha?
What’s a lesson you learned from Martha?
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Describe a day with Martha you’ll never forget.
How did Martha make you smile?