José Miguel Jiménez Pérez , mi querido Padre , nació en Moca República Dominicana el 1ro de Enero del 1936.
Era hijo de Miguel Ángel Jiménez (Cuchico ) y Amparo Pérez Sánchez
Tenía cuatro hermanos : Miriam, Flavio, Amparín y Miguel Ángel.
Se casó con María Teresa Aybar Sosa el 25 de Febrero del 1961.
Procreó tres hijos:
Ingrid Miguelina , José Miguel y María Teresa .
Mi padre se graduó de Ingeniero Electrónico y fue profesor por muchos años. Le encantaba enseñar; tenía un cerebro con una memoria privilegiada, fue excelente en matemáticas y física, y le encantaban los idiomas; era autodidacta en muchas ramas del saber, y así podemos recordar la forma alegre y divertida de aprender y enseñar frases en diferentes idiomas: Francés, Alemán, Árabe, Ruso, Japonés y Chino, además del Inglés y el Alemán, en los cuales profundizó más su aprendizaje; por supuesto, dominaba su idioma natal, el Español.
Su hobby favorito era visitar restaurantes. En Santo Domingo le encantaba el Restaurant de la Casa de España, y aquí en Miami , Red Lobster y Outback.
Jose Miguel amó mucho a sus padres, a sus hermanos , a su esposa, a sus hijos, a sus sobrinos y a sus nietos; y con todos ellos compartió bellos momentos .
José Miguel fue muy amado por todos y fue un hijo, hermano, padre, tío y abuelo ejemplar.
Le encantaba repetir las fórmulas matemáticas y también hacer anécdotas de sus vivencias, además de informar acerca de las noticias y temas de la actualidad.
Mencionaba con mucha regularidad frases pintorescas , las cuales no sólo nos enseñaban, pero también nos hacían reir; frases conectadas muchas veces con las diferentes épocas que le tocó vivir en el ambiente político tanto de La República Dominicana, como de los Estados Unidos.
Era reiterativo, haciendo gala de su prodigiosa memoria, al repetir los números cardinales en los diferentes idiomas una y otra vez... una y otra vez!...
Tenía una energía especial, y muchos deseos de vivir, y así luchó por vivir hasta el final de su enfermedad.
Papi, gracias por todas tus enseñanzas, por todo lo que compartimos.
Gracias por tu nobleza .
Cuánto bailar!... cuánto reir!... cuánto gozar!...
Siempre vivirás en mi corazón y en mis recuerdos.
Te quiero,
Ingrid