Como familia Diethelm-Varela deseamos comunicar nuestro profundo pesar por el fallecimiento de nuestro amigo, mentor, y efectivamente miembro de nuestra familia Alfredo Ardila.
Alfredo hizo su aparición en nuestra familia gracias a la colaboración académica que nuestra querida madre y esposa, Virginia Varela Moraga, estableció hace años con él y con su esposa Mónica Rosselli. Esta relación profesional no tardó en convertirse en un fuerte vínculo de afecto y amistad al permitirnos Mónica y Alfredo, así como sus hijos Adriana y Felipe, hacerse parte de nuestras vidas. Nunca olvidaremos los hermosos recuerdos de sus visitas a nuestra casa en San Bernardo, Chile, las numerosas tardes de cena y activa conversación después de conferencias académicas, y la cálida acogida que ellos dieron a nuestra familia en las ciudades de Miami y Nueva York.
Alfredo siempre nos impresionó con su profundo conocimiento, curiosidad, e inquietud intelectual, sumadas a una admirable capacidad docente, con inigualable exposición y comunicación, y a una notable generosidad en la entrega de conocimientos. Ello, sumado a su gran calidad humana, hacían que las conversaciones con él fueran momentos extraordinariamente gratos.
No podemos dejar de reconocer el invaluable legado académico que Alfredo deja en el campo de la neuropsicología. Mediante su abundante contribución científica, su aporte a la comunidad académica y a la sociedad permanecerá durante generaciones.
Nuestro hijo y hermano, Benjamín Diethelm Varela, manifiesta además su profundo agradecimiento por la acogida con que Mónica y Alfredo lo agasajaron en su residencia en Miami durante Julio del año 2019. Para una persona que vive de manera independiente en el extranjero mientras persigue estudios de postgrado, la hospitalidad y cariño mostrados por ellos tienen infinito valor.
La memoria de Alfredo vivirá con todos nosotros durante el resto de nuestras vidas. Les agradecemos profundamente por los momentos vividos. Nuevamente, enviamos nuestros sentimientos de cariño y apoyo a la familia Ardila-Rosselli.
Con inmenso cariño firman,
Mario y Virginia, y sus hijos Tomás, Benjamín y Martín